Las ocho personas que fueron retenidas contra su voluntad por parte de un grupo de bloqueadores en la zona de Tiquipaya (camino a Samaipata) denunciaron que durante las más de nueve horas que estuvieron de rehenes fueron hostigados y, en el caso de las mujeres, amenazadas de que serían violadas por sus captores.
Pasada la medianoche, un contingente policial logró que fueron liberados para luego ser trasladados hasta las dependencias de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) en Santa Cruz.
"Ayer llegamos a Tiquipaya para poder desbloquear y llegar a Samaipata con las brigadas médicas. Ellos me identificaron como activista y directamente me amarraron. Me empezaron a golpear con palos, me regaron con gasolina, intentaron prenderme fuego, me arrastraron de los cabellos, me robaron mi celular ", contó a la red Unitel, Kitita Roca, coordinadora general de la plataforma de Control Rotonda.
La activista contó que la posición de sus captores era clara, si liberaban a los manifestantes que fueron apresados en Samaipata, recién ellos quedaban en libertad.
En la Felcc, el abogado de las víctimas dijo que les tomarían una prueba rápida para detectar si estaban contagiados de Covid-19, debido a que sus captores no los dejaron usar mascarillas ni alcohol en gel con la excusa de que "no creen en el virus".
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